Pedro Almodóvar presentó ayer en el Espacio Fundación Telefónica su libro El último sueño (Reservoir Books), un autorretrato articulado en doce relatos que abarca cinco décadas de su vida.
En el encuentro, al que asistió un entregado público entre los que se encontraban algunas caras conocidas como las actrices Cecilia Roth y Rossy de Palma, el director conversó con la escritora y periodista Sabina Urraca y firmó ejemplares de su libro.
«Nunca he llevado un diario, cuando lo he intentado no he pasado de la segunda página; sin embargo, este libro supone mi primera contradicción», explicó, pese a que siempre supo de esta faceta. «Yo me sabía escritor desde niño, siempre escribí. Si algo tenía claro era mi vocación literaria, y si de algo no estoy seguro es de mis logros».
Los relatos que conforman el libro, recopilados y archivados a lo largo de varios años por su asistente Lola García, reflejan sus obsesiones más íntimas y su evolución como artista, entre ellos los oscuros años escolares, la influencia de la ficción y el cine en la vida, el azar, la sofisticación del humor, los inconvenientes de la fama, la fascinación por la lectura y la experimentación con los géneros narrativos. El autor ha dividido su nueva obra en tres tiempos de su vida distintos marcados por «los patios manchegos donde las mujeres hacían encaje de bolillos, cantaban y criticaban a todo el pueblo; la explosiva y libérrima noche madrileña del 77 al 90; y la tenebrosa educación religiosa que recibí de los salesianos en los primeros sesenta».
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