Francisco Rabal (1926 - 2001) |
Francisco Rabal (Águilas 1926 - Burdeos 2001) se trasladó a Madrid con su familia al iniciarse la Guerra Civil Española en 1936, donde realizó oficios modestos para ayudar a la manutención del hogar, mientras cursaba estudios nocturnos en el Colegio Nuestra Señora del Recuerdo. Su trabajo como ayudante de electricista en los Estudios Chamartín le puso en contacto con el cine y fue apareciendo como extra en películas como La rueda de la vida (1942), El crimen de Pepe Conde (1946) o La Lola se va a los puertos (1947) hasta pronunciar sus primeras frases a las órdenes de Rafael Gil en Reina Santa o La Fe (1947) y adquirir ya protagonismo en Sor intrépida.
Se había incorporado a la compañía teatral de Isabel Garcés, participando en el montaje de Diario íntimo de la tía Angélica (1946) de José María Pemán. Gradualmente va obteniendo mayores papeles, logrando un gran éxito en 1952 con la obra Muerte de un viajante, de Arthur Miller. Desde entonces, su carrera teatral se fue viendo eclipsada por la cinematográfica, si bien cosechó importantes éxitos como en su interpretación de Enrique III de Inglaterra en Becket (1962), de Jean Anouilh. En 1947 conoció en el teatro a la que más tarde fue su esposa, la actriz Asunción Balaguer, con quien tuvo dos hijos, Benito y Teresa Rabal, que también se han dedicado al cine y el espectáculo. Se despidió de los escenarios en 1974 con la obra Viejos tiempos, de Harold Pinter, junto a Irene Gutiérrez Caba.
Recibió sus primeros premios en 1953 por La guerra de Dios y Hay un camino a la derecha, de Rovira-Beleta. En 1958 rodó en México Nazarín, de Luis Buñuel, con quien vivió una auténtica amistad. Actuó también en sus filmes Viridiana (1961) y Belle de jour (1966) alcanzando fama internacional. Tuvo a partir de entonces una trayectoria prolífica en el cine internacional, especialmente en Francia e Italia. Trabajó con directores europeos como Michelangelo Antonioni, Claude Chabrol o Luchino Visconti, así como con el norteamericano William Friedkin.
Sus antiguos papeles de galán duro y enérgico dieron paso a personajes carismáticos, que quedaron en la memoria colectiva y le reportaron notable éxito y popularidad. En su madurez trabajó en La colmena, de Mario Camus y encarnó a Azarías en Los santos inocentes, adaptación de Camus de la obra literaria de Miguel Delibes que le valió el premio de interpretación del Festival de Cannes en 1984, compartido con Alfredo Landa. Con José Luis García Sánchez rodó Divinas palabras en 1987 y con Pedro Almodóvar ¡Átame! en 1989.
Para televisión encarnó a Mateo Alemán en Cervantes (1981), a Francisco de Goya en Los desastres de la guerra (1983), a San Pedro de Alcántara en la miniserie Teresa de Jesús (1985) y al torero retirado Juncal en la exitosa serie dirigida por Jaime de Armiñán en 1988.
El 12 de noviembre de 1993 recibió la medalla de oro de la Academia de Cine española y en 1999 obtuvo el Premio Goya al mejor actor por su papel en Goya en Burdeos, de Carlos Saura. En 1995 fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad de Murcia.
Murió inesperadamente el 29 de agosto de 2001, cuando regresaba a España en avión desde Montréal, a causa de una insuficiencia respiratoria que le produjo el enfisemapulmonar que padecía. Unas semanas más tarde iba a recibir el honorífico Premio Donostia en el Festival de Cine de San Sebastián. Fue su nieto, el también actor Liberto Rabal, quien lo recogió en su nombre, rindiéndole tributo en un emotivo homenaje que reunió en el escenario del Kursaal a su amigo Carlos Saura y a sus compañeras de algún reparto Carmen Sevilla, Julia Martínez, Terele Pávez, Ana Belén, Emma Suárez y María Barranco.
En Átame! (1990) Francisco Rabal interpreta a Máximo Espejo, el polémico director de cine que vuelve a ponerse detrás de las cámaras para rodar lo que el califica como su obra póstuma, El Fantasma de Medianoche, un film de terror protagonizado por la actriz porno Marina Osorio (Victoria Abril).
Francisco Rabal es Máximo Espejo en Átame! (1990) |
No hay comentarios :
Publicar un comentario